The Wrestler - una gran cruda de 20 años

Calificacion: 8.8

por Luis

Despues de una variedad de peliculas un poco pretensiosas, en lo especial The Fountain, Darren Aronofsky (y no Arofonosky) vuelve con The Wrestler. Con esta, Aronofsky se aleja mucho mas de su tradicional estilo postmodernista y metafisico, para terminar con una especie de obra neorealista Americana. Si de algo trata The Wrestler es sobre la decadencia, sobre el no poder regresar a un pasado apogeo (lo cual hace bastante sentido en la America actual). Mickey Rourke encarna a Randy "The Ram" Robinson, un olvidado luchador el cual tuvo gran exito en los 80s pero que ahora tiene que luchar (pero en el mundo real) para poder pagar su renta, ganar el amor de una stripper de buena chichi (Marisa Tomei) y reconciliarse con su conflictiva hija (Evan Rachel Wood). Este encuentra refugio de su mundana vida diaria en el cuadrilatero, donde por unos cuantos minutos se convierte en el dios que solia ser en sus tiempos de antaño.

La historia de The Wrestler es bastante simple y hasta cierto grado predecible. La belleza de esta pelicula se encuentra en la actuacion de Rourke (y mas que todo en la preparacion fisica por la que tuvo que pasar) y en la forma realista en que se retrata el olvidado mundo de la lucha libre. Los extras y las locaciones bien podrian ser las estrellas de estas pelicula. Uno se llega a sentir parte de la vida de "The Ram" , en el que se le acompana mientras que este trabaja de carnicero en un supermercado, compra esteroides a un colega luchador, firma autografos a viejos fans y hasta juega un cassette de nintendo en el que el es la estrella. Por el otro lado, no se le da suficiente espacio a las storylines principales de la pelicula. Un ejemplo es la relacion con Cassidy, la stripper, la cual evoluciona muy rapidamente. Sin embargo, esto no afecta considerablemente a la pelicula. Aronofsky logra tomar una decision bastante acertada en su carrera, alejandose de su antigua persona. Su merito mas grande es el poder contenerse a si mismo, al no usar las pseudo-deslumbrantes (vease efecto de meterse heroina en Requiem for a Dream) tecnicas cinematograficas que uso en sus peliculas pasadas. The Wrestler brilla por su sobriedad y simpleza, donde solamente hasta la escena final, Aronofsky nos permite un momento de extasis visual, culminando en un final perfecto.